A veces sangro.
A veces respirar me pesa.
A veces siento como si fuera a espirar por última vez y me pesan los pulmones, se hunden en una profunda sensación de vacío y plenitud a la vez.
A veces imagino cómo es el último espiro antes de morir.
A veces, el agua corre por mi cara, mis pestañas, mi boca y siento todas y cada una de las gotas posándose y deslizándose por ella.
A veces está tan caliente que quema.
Así, a veces siento.
A veces escribo cosas que no tienen sentido y aún así tienen todo el del mundo.
A veces me entiendo, la mayoría de veces no.
Hoy me odio.
Tal vez mañana no.
Tal vez mañana sí.