Como mirar a través de la ventana del tranvía con música en francés en mis oídos que no entiendo y que parece cobrar sentido con cada persona que sonríe, frunce el ceño al mirar al sol o pasea sola sin levantar los ojos del suelo.
Como sentarme en el pupitre cada lunes y mirar por la ventana cómo el azul del cielo se va apagando con el paso de las horas mientras teclados de forma robótica y frenética llenan mi cerebro de confusión.
Como mirar los zapatos de gente sin rostro que sube al metro cada miércoles por la mañana e imaginar historias sobre su vida.
Como bailar a oscuras en el anonimato de la soledad y de lo que jamás sucedió.
Como ignorar sonrisas torcidas.
Como sonreír por defecto.
Como cuando los días avanzan pero la vida no.