Esa eres tú, con los ojos cerrados, quieta debajo la lluvia, nunca te habías imaginado como a una de esas personas a las que le gusta la lluvia o los días fríos, pero esa eres tú, sintiendo tus pies descalzos entre la hierba mojarse lentamente, sintiendo como el agua empapa tu camiseta y quieres que ese momento quede grabado para siempre en tu memoria. Piensas : Esa soy yo, quien lo iba a decir. . . yo. Rezas a no sabes qué ni a quién, pero rezas, y no sientes nostalgia de la vida que no tendrás, porque para entonces habrás muerto, y los muertos no sienten nada. Ni siquiera nostalgia.
Laura