Ardía como el fuego recordando los momentos que un día habían sido un sueño. Se consumía pensando como y cuando los días serían por fin claros. Los días pasaban, su vida avanzaba sin darse cuenta de que era lo que pasaba. Palabras vacías, palabras calladas que deseaban salir a gritos de un alma encadenada. La vida se le agotaba, los segundos pasaban y allí seguía sintiéndose encerrada, prisionera de los pensamientos que tanto la agotaban.
La vida pasó mientras las palabras ahogaban su encadenado corazón. Se fue, voló, su alma marchitó.
Me he sentido muy identificada...
ResponderEliminarLa música de fondo, las imágenes, tus entradas, todo me encanta, tienes un gran blog pequeña, el mio, el mio no es para tanto jeje quizá sea la rima lo que te haga creer que tengo algo, pero no lo creo, yo no creo que tenga nada,de todos modos gracias por tus palabras siempre me sacan una gran sonrisa, y eso, es muy grande. <3
No hay algo más terrible que que el alma pierda su luminosidad.
ResponderEliminarDebe conservar su brillo eterno independientemente de los ataques de los pensamientos, ¿vale?
Qué nunca se apague la tuya, Laura.
Bravo. Por todos los escalofríos pasados aquí.
Ohh que hermosa entrada tan llena de melancolia me gusta mucho como escribes.
ResponderEliminarbesos
Profunda tu entrada, me llegó! Se me pusieron los pelitos de punta y con la música que tienes! WUAU♥
ResponderEliminarSoy nueva y me gustaria que te pasaras y pudieras leer lo que siento :)Gracias !
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