18 de Enero de 2013
Querido diario,
la luz se ha apagado. Solo soy capaz de ver oscuridad en todas partes, allá donde voy todo se vuelve oscuridad. Tal vez sea yo, tal vez no. Pero se cuando me he perdido, y esta vez lo he hecho. Como siempre. Como cada vez que veo un punto de luz entre tanta oscuridad y intento avanzar, corriendo desesperada antes de volver a tropezar y caer sumergida en más y más oscuridad. Quiero que esto termine. Quiero salir de este oscuro lugar, quiero ver la luz. Y solo siento impotencia, odio y rencor cuando lo único que quiero experimentar es algo de felicidad, algo de amor. Pero puede que nunca sea capaz de recibir algo tan prestigioso. Puede que mi vida esté hecha para llorar y no para reír, para odiar y no para amar. Tal vez sea yo el problema, tal vez esté en el lugar erroneo. O puede que simplemente deba romper el caparazón que hay alrededor de mi corazón. Dejar el pasado atrás y olvidarme de unos años que lo único que han traído a mi vida es tristeza. Y aunque parezca estúpido, insensato, no quiero hacerlo. Han definido lo que soy, y si todo conlleva a una vida de soledad o tristeza tal vez debería aceptarlo. Tal vez debería abandonar, aceptar que he perdido la batalla que desde hace tiempo la oscuridad había ganado.
Laura.