She saved everyone but couldn't save herself.

martes, 27 de septiembre de 2011

No puedes vencer a la muerte, pero puedes vencer a la muerte, en vida, a veces.


PD: Bueno primeramente quería agradecer  cada comentario. De verdad que he leído comentarios fascinantes que han llegado a ponerme los pelos de punta. Y también quería recalcar que en la entrada que tiene como nombre '' Puede que te acuerdes de mi, o tal vez ni me conozcas. . . '' me apena bastante que no haya recibido los comentarios que se merece, porque ya no es que se tratara de que me comentarais lo bien o no que esta si no es algo más allá, en esta entrada trato con el Alzheimer una enfermad que destroza hogares y familias. Pensaba que recibiría más pero parece que no. La verdad es que estoy un poco molesta, pero por lo demás de verdad todaaaaaa esa gente que siempre me comenta, os adoro sois los que cada día me levantáis el ánimo y la autoestima que no tengo. Miles miles gracias y espero que leáis la entrada de la que os he hablado. Por cierto ¿Que edad me echáis?  ( Solo por saber ) ¿Os sentís identificados con algunas de mis entradas?

domingo, 25 de septiembre de 2011

Estuve a punto de. . . pero no lo hice

Allí, en el rincón mas oscuro de la habitación, está llorando por lo que pudo tener y jamás tendrá

Pero sigue sin ser ella, si no yo.

miércoles, 21 de septiembre de 2011

Puede que te acuerdes de mi, o tal vez ni me conozcas. . .

Te volviste a dormir sin recordar mi nombre, sin recordar aquellas tardes de octubre, caminando a través de las hojas que se desprendían de los arboles dejando su esencia en el aire. El otoño terminó con un sabor dulce, la llegada de nuestro primer hijo. Fuiste el mejor padre que Dios pudo crear jamás, y le enseñaste a nuestro pequeño a valorar esos pequeños detalles que a ti, tanto te gustaban. . . Lo siento, te prometí que no lloraría, pero ha resultado tan duro. . . Ver como cada día empezabas a olvidar cosas por muy inapreciables que fueran. Como te esforzabas por recordar donde habías puesto la llaves del coche. O que negaras estar mal. Vivir la vida era tú único propósito y ahora la vida . . te ha arrebatado lo que más preciabas. Conocer; ver; sentir y por supuesto, por encima de nada. . . recordar
I puede, que aunque no me recuerdes, yo nunca te olvidaré. . .
Laura
Día mundial del Alzheimer.

lunes, 19 de septiembre de 2011

En el fondo del mar, donde la oscuridad no alcanza la felicidad. . .

Lloraba a no sabe quien, cada noche de invierno, en el oscuro silencio, porque no era feliz. No se quería ni por dentro ni por fuera, se veía distinta, y era fría como un iceberg. Se volvía loca a si misma intentando aparentar algo que no era, sabía que escondía un duro pasado, que ese año había sido caótico y que no aguantaría mucho más, entonces bajo todo ese odio y amargura, lo comprendió: - No me pudo pasar la vida pensando en lo mucho que me odio. . . creo que no puedo
Porque la que ella decía ser, no era ella, si no yo.
Laura

jueves, 15 de septiembre de 2011

Confesión nº3


No hay mejor profesor que el error. . . 

ni más dulzura que el que sufre y luego cura su dolor.

sábado, 10 de septiembre de 2011

No estoy aquí, sino soñando


Era esa chica que cada mañana se levantaba buscando una razón por la cual despertar. Esa marginada social que iba sola a clase en autobus, y se comía el almuerzo mientras leía algún cómic japonés. Si, esa de el hermano con cáncer que seguía resistiendo a su enfermedad. Era ella, a esa a la que siempre la insultaban por llevar ropa ancha y negra, por sacar dieces o por no tener amigos. Fría como la luna, un témpano de hielo. Su madre se lamentaba porque no quería llevar vestidos, la reñía porque no se peinaba con la bonita melena rubia que tenía. Pero ella por encima de todo y de nada, amaba a su hermano y su enfermedad la tenía demasiado quemada por dentro como para preocuparse por su pelo. Su hermano la quería tal y como era, la conocía y la respetaba. Fuera rubia, fea, guapa, tonta, la quería. Una de las noches en las que ella perdió el autobús, sentada en la parada vio como una ambulancia a toda velocidad ponía rumbo a la misma dirección donde se encontraba su casa. Rezo, lloró y suplicó que esa ambulancia no tuviera ese destino, ese que ella temía tanto. Pero tantas plegarías fueron en vano. Esa noche su hermano falleció. Fría como un témpano apareció en el desayuno de la mañana siguiente con la cabeza rapada. Fue la primera vez que su madre no le dijo nada sobre su aspecto y fue la primera vez que nadie, absolutamente nadie le dijo nada.

Laura

miércoles, 7 de septiembre de 2011